En 1980, la sala Hebe comenzaba a albergar conciertos en Vallecas y, durante 38 años, fue referencia de este género en el distrito, y en Madrid. Pero las nuevas normas municipales y -quién sabe- el cambio en los gustos musicales, acabaron con el mítico local. También corrió la misma suerte la sala Jimmy Jazz y, en general, muchos de los locales que triunfaban en los años 80, han ido extinguiéndose poco a poco.
Con Hebe acabó, específicamente, un problema de licencias: no podía hacer cumplir la normativa y bajar el volumen en su local. De las 25 salas que había en los 80, en la actualidad no quedan para contarlos ni con los dedos de una mano.
“La gente no controla el volumen y hay barullo, sobre todo al acabar los conciertos. Pero de los vecinos nunca ha habido denuncias”, explica una persona ligada al Hebe. En marzo les dijeron de que tenían que poner un medidor. Al sobrepasar el límite anularon los conciertos para no ser sancionados ni incumplir ninguna normativa. Ampliaron los monólogos pero no salían las cuentas. “Y meterse en una inversión de 40 o 50.000 euros es imposible”, indica.
“No poder hacer conciertos nos supone unas pérdidas económicas que no podemos soportar”, cuentan los dueños. “Esta decisión es dolorosa, sobre todo por los grupos. Sabemos las dificultades que tienen para encontrar locales donde tocar”, continuaron.
Los vecinos intentaron salvar el local con métodos modernos
El ruido es la razón por la que Hebe echó el cierre, pero los vecinos, en vez de alegrarse, lamentaron la noticia e intentaron arreglar la situación con nuevas formas de financiación, como el crowdfunding. “Nos han ofrecido dinero o que hagamos un crowdfunding, pero no merece la pena estirar la agonía”, lamentan los dueños.
Las reacciones de la gente, además de intentar ayudar económicamente, han sido muestras de apoyo. Todos tienen buenos recuerdos del local. “Hebe representa la identidad de la ciudad, es el epicentro musical de Vallecas”, dijeron algunos vecinos a los dueños del local tras la mala noticia. “Es un gran vacío en las noches de Vallecas”, comentaron unos, y otros: “Nos cierran un trocito de corazón”.
“El Hebe ha crecido con Vallecas y ha dignificado la figura del roquero, del músico de barrio, de la juventud trabajadora que encontró en el rock las letras que representaban sus problemas”, relata Irene, clienta desde los 15 años. Y concluye: “Mientras en el centro de Madrid los niños ricos se inventaban una Movida sin ideología, Vallecas y el Hebe hicieron cultura para el proletariado. Incluso sin ser de aquí, venir al Hebe era hacer la ruta del rock en Madrid”, cuentan personas de otras provincias.
Grupos históricos lamentaron la noticia
Por los locales más famosos de Vallecas pasaron grupos míticos del rock español como Extremoduro, Sinkope, Obús o Marea. Algunas de estas bandas han reaccionado al conocer el cierre de los locales.
“Para nosotros, un grupo que estableció el Hebe como centro neurálgico, ha sido un jarro de agua fría”, lamenta Luis, cantante de No Konforme. “Antes de los 18 era un sueño poder entrar. Luego flipabas. Sirvió de inspiración a nuestros temas por lo que pasaba adentro o las conversaciones que escuchabas”, agrega. “Es un bastión, es especial y siempre se ha puesto a disposición de las bandas”, lamenta Luis.
Javier Olmedo, director de La Noche en Vivo, afirma que “encima, cada vez que cierra un sitio no hay sustitución sino eliminación”.
Una veintena de locales han ido cerrando desde los años 80 hasta hoy en Vallecas. Pero todavía quedan algunas salas que hacen que el rock no muera, porque todo grupo que se precie de hacer rock, ha pasado por Vallecas.