El pasado 27 de marzo, el Pleno del ayuntamiento de Madrid ratificó el texto del convenio para el desarrollo urbanístico de Los Berrocales, una noticia que no sentó nada bien a los vecinos de la zona, que ven cómo «poco a poco» se van dando pasos para que los Desarrollos del Sureste sean una realidad que va a tener que cohabitar, con ellos y con el Parque Tecnológico de Valdemingómez.
Según el proyecto, los Desarrollos del Sureste tienen previsto construir un total de 100.635 viviendas, distribuidas de la siguiente manera: 22.235 en Los Berrocales, 15.400 en Ahijones, 15.000 en Los Cedros y otras 48.000 en Valdecarros.
A su vez, la planta de Valdemingómez gestiona 1.252.849 toneladas de basura de las que se valorizan (se queman) un total de 314.035 toneladas, dato que a los vecinos de la zona ya les parece alarmante porque temen que con la cantidad de viviendas previstas en la zona, la calidad de vida de los que ya conviven con la planta se va a reducir drásticamente.
Los vecinos consideran que si ya había 153.101 viviendas vacías en Madrid en 2011 y no se han dejado de construir casas año tras año, según el INE, la ciudad va a contar en breve con un gran parque de viviendas vacías, incapaces de tener salida en el mercado.
La situación está haciendo que los movimientos sociales alcen la voz, tal como lo hicieran el pasado 6 de abril en el Cerro Almodóvar al grito de «No más ladrillo». Esta vez, organizan una charla/debate el 9 de mayo, a las 18:00 horas, en el Centro Juvenil El sitio de mi recreo. El objetivo es discutir sobre la problemática y los retos que genera la gestión de residuos y más concretamente el Parque Tecnológico de Valdemingómez:
- Afectación en la salud de las poblaciones cercanas y en el medio ambiente.
- Trataremos el estudio Epidemiológico presentado por el Ayuntamiento de Madrid haciendo una valoración y análisis técnico.
- El incumplimiento de la Planta de Valdemingómez de la “Ley de Prevención y control integrados” aprobada por el RDL 1/2016, de 16 de diciembre.
- Alternativas a la actual gestión de residuos, y como podemos contribuir a ella.
En una segunda parte, se abordará la situación ejecutiva de “Los desarrollos del Sureste”, y como estos van a repercutir en las poblaciones cercanas, además del déficit de equipamientos que estos desarrollos suelen acarrear y la dificultad en consolidarse, y otros asuntos como atascos, contaminación y movilidad.
«No más ladrillo», el grito desde el Cerro Almodóvar
El pasado 6 de abril, la Plataforma Vecinal por una Casa de Campo en el Sureste, convocó una nueva marcha reivindicativa, por «la dignidad de los pueblos del sureste, en contra de los desarrollos urbanísticos que se están planteando y por la construcción de una Casa de Campo que haga de contrapeso a una de las zonas más altamente contaminadas de Madrid».
Los manifestantes consideran que «este último pelotazo firmado en el tiempo de descuento por Manuela Carmena y su desavenido equipo, hipoteca todo el suelo del sureste de Madrid a favor de las grandes constructoras y de los intereses financieros. A la cabeza de este despropósito la ya mencionada alcaldesa* y el concejal de Urbanismo, José Manuel Calvo, para terminar el reparto de actores principales: Inés Sabanés, concejal de Medio Ambiente, y miembro de Equo partido ecologista y Paco Pérez, concejal del distrito de Villa de Vallecas». Los vecinos se preguntan por qué han tomado esta decisión, a pocos días de las elecciones. Dicen que perderán votantes en aquellas zonas afectadas, y representadas en esta manifestación: de Vicálvaro, Vallecas, Hortaleza, Coslada, Mejorada, Rivas, Velilla y Perales del Río, incluso algunos concejales del PSOE, Ahora Madrid, IU, Podemos, asociaciones ecologistas como Arba, Grama y Rivas Aire Limpio, así como de las asociaciones vecinales Afuveva, Unión de Vallecas, La Colmena y Sesm.